Como no sé ni como empezar, creo que no voy a hacerlo.
Eres muy muy grande, gracias por todo. Por contribuir en lo de Mercè, por hacer que todo el mundo me cantara el "cumpleaños feliz" en medio de la cena de graduación, por organizarme una pedazo de fiesta sorpresa, que a saber los quebraderos de cabeza que habrás tenido que pasar para aclararte con todo el mundo, por venirme a buscar siempre y hacer que no necesite taxis, por hacerme salir de casa incluso cuando no estoy de humor, por las risas, los años que llevamos aguantándonos, las miles de cosas que nos pasan... y por ser mi amigo.
Toda una vida.
Y parte de la siguiente.